11/12/09

sabiduría talmúdica

No he encontrado al respecto más referencias que la que copio a continuación, pero lo cierto es que ayer me extasió leer en La hija de la guerra y la madre de la patria de Rafael Sánchez Ferlosio, lo siguiente:

«Que una Razón que pretendiese ser completa se trocaría toda ella en Sinrazón acertó a adivinarlo la sabiduría talmúdica al establecer la norma judicial de que cuando un acusado recibiera un veredicto de culpabilidad por unanimidad de votos sería ipso facto declarado inocente.»

Entra dentro del cuestionamiento de la Justicia que hace Ferlosio constantemente, y del que hace también cualquier ser pensante que camine sobre la faz de la tierra. La sabiduría gitana también aportó lo suyo en lo que a cuestionar la Justicia se refiere con su famosa maldición «juicios tengas y los ganes».

9/12/09

carta de suicidio

Querido mundo:

He vivido demasiado tiempo, prolongarlo sería un aburrimento. Os dejo con vuestros conflictos, vuestra basura, y vuestra mierda fertilizante.

George Sanders

PD: Este texto fue el post de cierre de tabernil.com, pero como el cierre efectivamente se produjo, el post desapareció. Aquí queda recuperado de nuevo para gloria de su autor.

2/12/09

seguridad vial

La DGT que diga lo que quiera, pero yo soy infinitamente más peligroso conduciendo de resaca que conduciendo borracho.

Menos mal que esto lo leéis cuatro y la abuela, porque sólo falta darles ideas.

Imagen robada de Fraggle Blog.

24/11/09

canibalismo intelectual

Mi hija, poniendo la típica pose de brazos del que quiere exhibir músculatura:

— Así son los mas fuertes.
— Y los más tontos también —replico.
— ¿Por qué?
— Porque los fuertes muchas veces son tontos.
— Pues los tendremos que matar, a los tontos. Les daremos así, con el zapato, chas-chas-chas-chas, y serán papilla, los tontos... y nos los comeremos.

23/11/09

el capellán castrense

«El soldado escupió y desapareció con la carpeta. Esperaron un buen rato en el recibidor hasta que se abrió la puerta, por la cual entró el capellán castrense, que más parecía volar que caminar. Llevaba sólo un chaleco y tenía un puro en la mano.

— ¿Ya estás aquí? —dijo a Švejk—. Así pues, te han traído. ¿No tendrás cerillas?
— No señor.
— ¿Y por qué no? Un soldado debe tener cerillas para poder encenderse un cigarrillo. Un soldado sin cerillas es... ¿Qué es?
— Es un soldado sin cerillas —contestó Švejk.
— Muy bien, es un soldado sin cerillas y no puede dar lumbre a nadie. Bien, esto por una parte. Y ahora la otra. ¿Te huelen los pies Švejk?
— A sus órdenes, no.
— Bien, entonces, esto era la segunda cosa. Y ahora la tercera. ¿Te gustan los licores?
— No, señor, los licores no me gustan, sólo bebo ron.
— Entendido. Mira a este soldado. El teniente Feldhuber me lo ha dejado por hoy, es su asistente. No bebe nada de nada, es a-abs-abs-temio y por lo tanto le enviaremos directamente al frente. P... porque una persona así no me sirve. No es un abstemio, es una vaca. Una bestia que bebe sólo agua y muge como un buey.»

9/11/09

mus

En el campeonato de mus hemos durado menos que un perro en misa, nos han borrado del mapa en primera ronda. Culpa del cartulario, faltaría más. Como he dicho esta tarde, menos mal que los que nos han ganado eran fumadores y bebían whisky (escancia, escancia), pues de no ser así habría sido demasiado humillante.

Y esto aún siendo de los mejores musolaris del planeta, de no ser por aquellos intratables tipos de Oklahoma.








Disculpe señora: para el cuarto de llorar más cercano, ¿sabe si falta mucho?

6/11/09

¿dónde están las cajas?


Hace ya bastante tiempo llegué a una universidad en la que tenían que entregarme unas cajas con material diverso. La persona que tenía que dármelas no estaba, pero le dejó una amable nota al recepcionista indicándome dónde encontrarlas.

25/10/09

animales

«... los defensores de los derechos y el bienestar de los animales a mi me parecen un poco como cierta clase de cristianos: todos tienen mucho brío, mucho ánimo, y tan buenas intenciones que al cabo de un rato a mí me entran ganas de irme por ahí y dedicarme al saqueo y al pillaje. O a dar de patadas a un gato.»

Desgracia, J.M. Coetzee

12/9/09

intento fallido de iniciar una vida sana

En este sábado de no resaca, y como parte de una cierta disciplina corporal a la que me gustaría acceder, y aprovechando que he empezado a leerme una biografía de Miles Davis, he cogido un par de sus primeras grabaciones consideradas chapeau, blue 'n' boogie y walkin' (los links son de spotify), los he grabado en un reproductor de mp3 y he salido a correr.

Al principio la experiencia ha ido bien, pero mientras escuchaba Walkin' he tenido que volver a casa prematuramente, y es que el jazz me provoca desde siempre terribles ganas de fumar y beber.

No sé cómo no me he dado cuenta antes de salir de que tratar de relacionar el jazz con el deporte sólo podía conducirme al fracaso.

2/9/09

pobre Marcel

Parece que ABC tiene digitalizada y accesible gratuitamente toda su hemeroteca, así que por curiosidad me he puesto a ver el períodico de cuando nací.

De momento, sin haber terminado aún de leerlo, me quedo con esta carta al director:



Buscando en la edición referida por el autor de la carta, encuentro la foto del bigotudo «a la turca». Diría que es Balzac, pero como soy el peor fisonomista que pueda existir agradeceré correcciones o confirmaciones.

27/8/09

catálogo de afirmaciones discutibles

(o Diario de un maricón)
(o Añoranza de la adolescencia tardía)

Lo cursi sólo puede dejar de serlo si lo es lo suficiente, es decir de un modo absoluto.

24/8/09

je bois

Un pequeño aviso: Si no tienes tiempo, ganas, o simplemente no puedes ver los vídeos (el primero y el último al menos) por motivos técnicos, laborales, o de cualquier otra índole, no vale la pena que sigas leyendo. Empezamos.

Sólo Aki Kaurismäki podía descubrirme al increíble Matti Pellonpää (a la derecha en el cartel), y juntarlo entre otros con Jean-Pierre Leaud y Samuel Fuller para hacer La vie de boheme, una película tan bien rodada en 1992 que parece de los setenta.

Creo que fue el año pasado cuando Andy Chango versionó con bastante acierto algunas canciones de Boris Vian (novelista, dramaturgo, poeta, ingeniero, traductor y músico de jazz entre otras cosas). Me alegro de que así fuera y de haber visto La vie de boheme después de oír el disco de Chango. De no ser así no habría reconocido la versión original de Je bois que sale en la película, que es ésta, y que adopto desde ya como himno de este blog:



Buscarla me lleva por esos azares de internet a esta otra del Quartetto Vian:



Para terminar aterrizando en la de este adorable señor, cuyo arranque de saxo a partir del minuto tres vale un imperio:



Y como ya es muy tarde cerramos con la nada despreciable versión en castellano de Andy Chango —recomendada en especial a aquellos que tengáis el francés algo oxidado—, que empieza diciendo «Beber, simplemente beber, para olvidar los amantes de mi mujer» y que acaba... y que acaba muy bien.

10/8/09

el posmodernismo maximalista no es lo mío

Hace unos días le regalé un libro al Ciclotímico. Como sabía que era largo y difícil me lo llevé a Alemania el año pasado como única lectura, pensando inocentemente que al ser única no me quedaría más remedio que terminarlo. Me equivoqué. Algo más allá de la página doscientos lo dejé rabioso en una estantería y no volví a tocarlo. Mientras leía me sentía como un ratón al que un enorme gato llamado Pynchon torturaba cruelmente.

Cuando hacía la maleta para regresar de Alemania lo olvidé de forma intencionada y vengativa sobre aquella misma estantería. Durante un par de meses el polvo estuvo depositándose sobre su gordo y gatuno lomo hasta que mi suegra lo metió en una caja y me lo envió junto con una amabilísima nota que decía: «Querido: Te dejaste este libro en tu última visita. Espero que no lo hayas echado demasiado de menos...».

Volví a leer el texto de la contraportada, el que me hizo interesarme por esta locura, dice:

«Tyrone Slothrop, un militar norteamericano que trabaja para la inteligencia aliada en Londres en 1944 padece un grave problema: siempre que cae una de las bombas autopropulsadas alemanas V-2, él tiene una erección. De niño, Slothrop fue sometido a experimentos pavlovianos por el profesor de Harvard Laszlo Jamf, un loco científico alemán que ahora trabaja para los nazis.

(...)»

El libro es delirante, desde luego, y está plagado de digresiones largas que se anidan en otras digresiones. Además Pynchon no te ayuda a trazar un mapa insinuándote que acabas de salir de una subtrama y regresas a la trama principal. No dice absolutamente nada al respecto. Puede por ejemplo terminar una subtrama describiendo una carretera y continuar la trama principal describiendo un bar, con lo que deduces que el bar está en la carretera, pero no, el bar es aquel bar frente al cual se paró Tyrone Slothrop quince páginas más atrás y ahora está entrando en él pero eso es algo que verás, si estás atento y tienes suerte, dos páginas más tarde. Y así todo el tiempo. Si no fueran más de mil páginas no sería tan grave, estoy seguro. Si no fuera porque yo raras veces logro recuperar el hilo perdido de la digresión, tampoco.

Y no es sólo que debido a la prosa enrevesada de Thomas Pynchon me haya sido imposible acabar El arcoiris de gravedad porque me perdía cada dos por tres en sus laberintos y sus trampas, no, es que además hoy iba pensando en esto mientras conducía hacia el trabajo y he tomado el cruce que no era para acabar yendo a donde no quería ir.

29/7/09

cinco más

Como hoy la tríada compuesta por Paula, Juanje y ese gran reivindicador y dignificador de la soltería llamado Raúl parten hacia Buenos Aires, ayer se imponía un mus de despedida, nocturno, previo a la sequía musística que nos asolará durante este agosto, más vacacional para unos que para otros.

Tapas en el muy recomendable Bauma, recoger a Juanje a su salida del curro a eso de las 00.00h y plantarnos en un restaurante italiano olvidable de no ser porque tiene mesas grandes, una zona discreta al fondo, y nos dejan jugar al mus. Paula se quedó asustada en casa por la posibilidad de que Juanje apareciera en estado semi-lamentable o lamentable del todo por culpa de esa maldita fama que me persigue y que todo el que me conoce bien sabe que es infundada.

Cuando íbamos dos a dos, esos italianos faltos de corazón que por desconocimiento no respetan el noble deporte del mus, nos echaron a la calle. Cerraban. La providencia quiso que ayer fuera el día de recogida de muebles viejos en Sants y la solución que permitió terminar la partida se presentó en forma de un banco, una mesita de noche, y algunos cajones que usamos como taburetes. En otro banco no lejos de nosotros unos inmigrantes nos ignoraban del todo.

Una pena haber parado a Juanje cuando, en la última vaca, iba a aceptar un órdago a juego sin ser mano. Una pena porque lo ganábamos, coño, aunque era una temeridad de esas que sólo sale una vez de cada cien. Titus, jugador conservador, acertó esa vez con el farolazo de ordaguear a juego llevando treinta y seis. Al final perdimos, evidentemente por la falta de calidad de las cartas y no por falta de calidad en nuestro inigualable juego.

Ahí dejo una foto para el recuerdo.

22/7/09

obsesión

Últimamente veo a Canetti por todas partes.



19/7/09

me pasa por preguntar

Frida, 3 años, yo, 34. Cumbre bilateral a la sombra de la palmera.

— Papá, nosotros somos de verdad, ¿verdad?
— Sí, claro que somos de verdad.
— No somos de broma, ¿no?
— No, no somos de broma.
— Es que hay algunos papás que son de broma.
— Ah, ¿si? ¿Como cuál?
— Como tú.

17/7/09

y usted, ¿quiere ser escritor?

Sí, claro que durante algún tiempo fantaseé con la idea de convertirme en escritor. Fue hace tanto que creo que ni siquiera conocía a la mayoría de los escritores a los que ahora admiro. La fantasía proviene de esa época en la que imaginas que ser escritor consiste en sentarte frente a una máquina de escribir o un teclado, entornar los ojos, dejar volar la mente, y empezar a aporrear las teclas una tras otra de forma que la secuencia de letras logre ser algo de lo que luego pueda uno quedar satisfecho tras una relectura. Corregir, ampliar un poco aquí y allá, sonreir, tomar una copa de cava y enviarlo todo a tu editor. No faltará algún genio que lo lograra así, pero es sencillo asumir que no juegas en esa liga, que en todo caso, sudando lo que no está escrito, quizá puedas lograr escribir alguna mediocridad medianamente masticable.

Hace un rato leía a Sebald, ese señor que te pone los pelos como escarpias cada línea y media. En el libro habla sobre el bombardeo aliado sobre las ciudades alemanas en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, y sobre como este hecho apenas ha quedado reflejado en la literatura alemana posterior. Sebald habla de un artículo que escribió un tal Hans Dieter Schäfer, al que no conozco. Dice Sebald: «El autor de esas líneas es Hans Dieter Schäfer, hoy profesor de germanística en Regensburg. Me tropecé por primera vez con su nombre cuando, en 1977, publicó un artículo sobre el mito de la hora cero o, mejor, sobre las continuidades personales y literarias que franquearon ese "nuevo comienzo", que durante tanto tiempo nadie ha puesto en duda. Ese artículo, a pesar de su formato relativamente breve, es uno de los trabajos más importantes de la literatura alemana de la posguerra e, inmediatamente después de publicado, hubiera debido obligar a la literatura a revisar su posición con respecto a los supuestos contenidos de verdad, sobre todo en las obras surgidas entre 1945 y 1960.»

Y piensas: tremendo. Un artículo relativamente breve que no sólo es uno de los trabajos más importantes de la literatura alemana de posguerra sino que además debiera haber forzado la revisión de un montón de obras publicadas entre 1945 y 1960. Sigue entonces Sebald: «Sin embargo, las sugerencias de Schäfer apenas fueron tenidas en cuenta por la germanística establecida, que tenía suficientes cosas que ocultar y durante mucho tiempo cabalgó un caballo pálido, y quien se atreve a rascar en la imagen de un escritor acreditado tiene que contar hasta hoy con recibir cartas indignadas. Así pues, Schäfer quería exhumar los horrores de su infancia, recorrió bibliotecas y archivos, llenó muchas carpetas de materiales, hizo un levantamiento topográfico basado en la guía de viajes Grieben de 1933 de los lugares de la acción y voló una vez y otra a Berlín.»

Ahí quería llegar. Al esfuerzo titánico que el común de los mortales que quiere dedicarse a la literatura debe realizar, a ese universo de privaciones. A ese esfuerzo que, por su condición de titánico, le está vedado también a gran parte de los que hubieran querido realizarlo. Y aún hay algo más. Sebald continúa su libro citando a Schäfer: «El avión —anotó en su relato sobre el fracaso del proyecto— planeó sobre la ciudad, era un atardecer de agosto...»

Así pues no sólo hay que adentrarse durante años en el universo de privaciones mientras se realiza el esfuerzo titánico, no, además hay que estar preparado para, en algún momento del camino, sentarse en una cuneta polvorienta a escribir un relato sobre el fracaso del proyecto. Ahí está Schäfer, terminando ese relato con una sonrisa apenas esbozada mientras el humo del cigarrillo de picadura que cuelga de sus labios se enrosca sorteando el ala de su sombrero.

11/7/09

un globo dos globos tres globos

Hoy le cantaba a mi hija de tres años esa que dice «Un globo, dos globos, tres globos. La luna es un globo que se me escapó. Un globo, dos globos, tres globos. La tierra es el globo donde vivo yo».

Y ella va y dice:

— La tierra es Bilbao, ¿no?

S.

moral

Tengo treinta y cuatro años y ya me siento desacreditado moralmente para casi todo. Eso sí, hoy he dado un golpe magistral de petanca.

4/7/09

costumbres

Observó con cierto asombro que siendo la segunda vez que visitaba Zürich, y no habiendo durado la primera visita más de cuatro horas, ya tenía muy marcadas sus pequeñas manías y rituales. Volvía ya convertido en un animal de costumbres.

S.

3/7/09

jornada intensiva

Si no fuera porque hoy también es viernesderesaca (dos de tres, no está mal) lo que procedería es arrancarse con una larga oda a la jornada intensiva.

Os libráis (y yo también, claro).

29/6/09

be wireless (y 2)

Este es el proceso que hemos seguido para colocar una melena de 25 km de cables en un ordenador.

En primer lugar tenemos las cajas de los cables y evidentemente son unas cuantas:


Se trata de conectar un montón de ordenadores situados en racks (armarios) de unos 2m de alto por 80cm de ancho con switches situados en armarios del mismo tamaño. En este plano general se puede apreciar una fila de 8 racks. Los dos del centro contienen 2 switches de 288 puertos cada uno, y los de los extremos contienen los ordenadores a los que hay que llegar desde esos switches. Pero esto no es todo. Detrás de esta fila de racks hay cuatro más.


En esta foto puede verse la parte trasera de uno de los racks de switches. Los primeros cables ya están conectados.


Una vez conectados al switch, los cables se llevan hasta la parte superior de los armarios, según se ve en estas fotografías:



Si los cables tienen que ir de una fila de racks a la siguiente, cruzan por estos canales:



Una vez los cables llegan al rack de destino hay que ver, en función de su etiqueta, por cuál de los dos agujeros en el techo del rack hay que hacerlos pasar, según vayan conectados al lado derecho del rack, o al izquierdo:



Finalmente se conectan al puerto que corresponda, también especificado en la etiqueta que lleva cada cable:



Y se van agrupando con abrazaderas de velcro:


Esta es la parte superior de una de las filas de racks en el inicio del proceso:


Y esto unos detalles de los switches infiniband cuando ya están bastante enmelenados:



Y así, poco a poco el techo de los racks se va llenando de cables...


...hasta convertirse en esta locura:


S.

28/6/09

antinaturalidad

La lucha, diaria, por no decir demasiadas estupideces, por que entre toda la palabrería vana, de vez en cuando, se deslice alguna idea interesante. Algo que los tímidos no comunicativos resuelven fácilmente, pero no así los tímidos comunicativos.

Sin duda una de las razones del éxito de las noches previas a los sábados de resaca es que eximen de este árduo trabajo a su habitual portador.

20/6/09

infierno florido

Llevo un par de días dándole vueltas a las múltiples similitudes que hay entre abrir un blog y que te regalen un reloj.

19/6/09

no estoy solo

Hace dos o tres días se declaró a bordo de un curcero un brote de la gripe esa tan mala que hay ahora. Uno de los pasajeros, Jorge Galvis, en declaraciones a El Periódico, dice:

«¿Preocupados por el brote de gripe? Lo que nos preocupaba era que se acabara el whisky, porque llevábamos dos días sin tocar puerto y todos íbamos con "todo incluido"».

viernesderesaca.blogspot.com

Viernes de resaca, hoy. El neuronal no funciona, inútil tratar de escribir.

Me llega un SMS de P, dice: «Tendrás que hacerte un blog para cada día. Yo puse el tema de tom waits». Chica lista y con suerte. Yo no he tenido tiempo, he tenido que salir escopeteado hacia la oficina.

Estas no son formas de vivir las resacas. Esto quita vida.

Menos mal que ibuprofeno está siempre ahí, y es tu amigo.

18/6/09

dilema

— Sé tú mismo.
— Vale, ¿pero cuál de todos?

17/6/09

hannoverhangover

Cuando R se enteró de la existencia de «sábado de resaca», él, tan aficionado como es a disfrutar de resacas acompañadas de la música de fondo adecuada, me dejó un comentario muy escueto: «enjoy hangover».

Cuando R dejó el comentario ya sabía que yo vuelo en breve a Hannover, así que di por hecho que su enjoy hangover era un juego de palabras, más o menos gracioso, más o menos bien traído a cuento.

Pero no. Fue casual, fortuito al cien por cien, tan casual como aquel feliz hallazgo, aquel golpe maestro tan agudo y tan celebrado, que sobre la obra de H encontró el crítico B mucho antes de que H lo sospechara, lo cual —que nadie se engañe— no permite llegar a ninguna conclusión sobre absolutamente nada.



PD: Si damos por válido el criterio de R. la música de fondo adecuada para el disfrute pleno de una resaca es, puesta en loop durante horas, ésta:

16/6/09

el ipc

Al contrario que la mayoría de los adultos, que ya hemos demostrado que adonde vamos a lograr llegar es exactamente a ninguna parte, los niños son una pura potencialidad con una capacidad de sorpresa asombrosa.

Mi hijo el mayor, que suele oscilar sin esfuerzo alguno entre la genialidad galopante y la inutilidad pura, se enfrentaba hace poco a un problema de matemáticas:

«¿Tienes suficiente con un billete de 20€ para comprar 10 bolis que cuestan 2,25€ cada uno?»

— No lo entiendo —dice.
— ¿Qué no entiendes?
— Pues que si uno cuesta dos con veinticinco entonces diez por dos veinte y con los picos ya no te llega.
— Pues ya has hecho el problema, sólo te falta escribirlo. ¿Qué es lo que no entiendes?
— Lo que no entiendo es que un boli cueste tanto dinero.
— (...)

la selva

Reconozcamoslo. No es tan fácil superar al chimpancé.

15/6/09

más Cerveto Goig

Sobre el crimen:
«Total, que cuando ya me cansé, ya el brazo lo tenía completamente agotado de darle puñaladas, paré. Entonces él, en el momento estaba con los terrores de la muerte, dando unas bocanadas como que... a quien le falta aire. Entonces, cogí la almohada, se la puse encima de la cabeza y me senté encima. Empecé con los pies a darle patadas en el pecho. Estaría así dos o tres minutos, calculo; no puedo calcular exactamente el tiempo, no sé.»


Sobre sus sentimientos:
«Hablan de la marginación. ¿Saben ellos lo que es un marginado o un automarginado? No saben lo que se siente cuando te cierran las puertas. Es algo diferente a todo lo que uno conoce. No es odio, pero no es bueno. Es algo así como esta hoja de papel, que no sabe que existe; no sabe lo que son los sentimientos, que son como lágrimas brillantes que se escapan de nuestro cuerpo dejándolo completamente opaco. Lo dejan impotente, ya que cuando tienes algún momento de lucidez, lloras, lloras por todo lo que has perdido. Pero cuando se llora se da uno cuenta de lo hermoso que es llorar, pues es lo único que no pueden quitarte ni reprimirte.»

Sobre el incierto destino de la humanidad:
«En la masa humana están fermentando ideas profundas. Con toda su fragilidad, el hombre está sometido a monstruosas tensiones políticas, económicas y mecánicas. Y esto es muy peligroso, ya que se están produciendo trazas de un caos.»

S.

14/6/09

parada no programada

Es domingo y me he levantado a las 7.45 para llevar al aeropuerto a una casi desconocida y a su hijo. No, no ha sido agradable, pero como hace algunos días me ofrecí a hacerlo había que apechugar, que como decía un amigo, es un gran verbo. Ya en el aeropuerto me ha asaltado un poyaque (poyaquestás aquí, date una vuelta por Girona) y así lo he hecho. Paseito breve, bocata grande, paseíto breve, catedral grande, paseíto breve, anda mira un puesto de libros, no, no, no, no, tengui, tengui, tengui, coño: ¿y esto?

Jose Luis CervetoExtraigo de entre un libro de autoayuda y una novela de Frederick Forsyth un cuaderno ínfimo en estado semilamentable. Leo el título: «AUTOBIOGRAFÍA Y DIARIOS» de José Luis Cerveto. Ni frío ni calor, no sé quién es. Leo el subtítulo: «Revulsivo relato del hombre que pasó a la fama como "el asesino de Pedralbes"». Empieza a hacer algo de calor, pero no sofoca. Finalmente abro la primera página y empiezo a leer la presentación que hace Ana Basualdo, y dice: «Los meros hechos son éstos: el 4 de mayo de 1974, José Luis Cerveto —nacimiento en Alicante en 1939, infiancia en orfelinatos y reformatorios, trabajos diversos y fugaces, sumario por "abusos deshonestos" contra niños de corta edad— asesinó a sus ex-empleadores Jaime Roig Hospital-María Rosa Recolons Moner en el lujoso barrio de Pedralbes, en Barcelona. En aquel momento, la prensa destacó exclusivamente la saña del asesino: los cuerpos habían sido atravesados por docenas de puñaladas. Pero el verdadero alboroto periodístico surgió en la época del juicio, cuando Cerveto pidió ser ejecutado.»

Finalmente, la primera frase de Cerveto en el libro, dice así: «Esta historia que voy a relatar es la vida de un pobre desgraciado: mi vida. Quisiera que sirviese de ejemplo para que no se repita esa desgracia y a nadie le salga un bicho tan malo como yo; para que los niños no queden nunca desamparados y se conviertan, como yo, en maníacos sexuales.»

Caliente caliente. Un euro me ha costado.

S.

Actualización: Por si faltaba algo leo que su segundo apellido es Goig (en castellano placer, gozo). José Luis Cerveto Goig.

13/6/09

buscando trabajo

Su innegable falta de talento, unida a su incapacidad para contar, e incluso para imaginar historias, hicieron que pronto descartara la literatura como salida laboral.

escribir

Quizá escribir sea, de algún modo, ordenar pensamientos. Pero para eso primero hay que pensar.