14/9/12

videodrome

estoy hojeando Ven y Mira, el libro que Rubén Lardín coordinó como una especie de respuesta al esperpento que se montó tras la exhibición en Sitges de la peli A Serbian Film. Apenas si he leído diez o doce páginas de aquí y allá, pero quiero anotar un comentario genial que hace Rubén Lardín en el capitulín dedicado a comentar Videodrome de David Cronenberg, reseñarlo, para compartirlo, pero sobre todo para no olvidarlo.

Tras comentar algunos detalles de la producción orientardos a asegurar una cierta comercialidad para la peli, dice (pág 330-331):
«Pero ni por esas. La película se hundió en taquilla como si el mundo entero fuera Valladolid».

10/5/12

diccionarios


Mi hijo L. pulverizó un par de records el otro día.

Estuve en el salón del cómic y me traje, del stand de Arkham, un ejemplar que recopila algunos cuentos de Poe ilustrados por Benjamin Lacombe. Ilustraciones bellas, como la que encabeza este post.

El volumen lleva por título Cuentos Macabros.

— ¿Qué quiere decir macabros? —dice L.
— Diccionario, nene. Diccionario —y le veo irse contrariado al piso de arriba.

Al rato me cruzo con él, y se invierte el diálogo.

— ¿Qué quiere decir macabros? —le pregunto.

Y como si le acusara de no tener memoria contesta, casi ofendido:

— ¡Diccionario!

16/1/12

cuerpo y mente

Mi madre, que por cierto el otro día salió de la cama corriendo y pidiendo auxilio a gritos medio dormida debido a uno de sus sueños de acción, sorprendió a mi hija, que normalmente no para de moverse, sentada en la cama, muy quieta, concentrada en un punto de la pared.

— ¿Qué haces?
— Meditar. Y tocarme los pies.

10/1/12

descargas eléctricas

Uh, ah, oh, cómo han cambiado los tiempos. Veinte años después he vuelto a Andorra. Tengo que decir en mi descargo que jamás he ido a Andorra por iniciativa propia. La vez anterior me llevaron mis padres, esta vez he ido por trabajo. No me molestaría en puntualizar esto si la ciudad no fuera tan terriblemente fea. Fea hasta el punto de llegar a avergonzarme que alguien piense que he podido ir ahí queriendo.

Tengo un amigo al que hace algún tiempo que no veo que se fue a vivir a Andorra unos años, trabajaba en el periódico local, y casi se nos echa a perder. No me extraña lo más mínimo. El ambiente es deprimente en grado sumo. Las montañas que rodean la ciudad podrían ser majestuosas, pero la ciudad es tan lamentable que lo único que consiguen es darle un aire apagado, tétrico.

Siempre lo fue, pero a día de hoy Andorra la Vella es, más que nunca, un centro comercial grandote. Le cabe hasta un río. Lo que más abunda son las tiendas de electrónica baratilla, cosa que recordaba y esperaba, pero me he topado también con una sorprendente proliferación de tiendas de armas, reales, de fogueo, de paintball y airsoft. Con reclamos del calibre de «Descarga eléctrica a partir de 22€» o «Porra extensible desde 9€» (pinchen, pinchen en la foto), encontramos, diseminadas entre los relojes Casio y Citizen y las maquinitas de cortar pelo, navajas marca Vendetta, esposas, sprays anti-cacos a tres euros la pieza, rifles, pistolas automáticas, de avancarga, revólveres, una tienda de menaje de cocina en la que, junto a las sartenes y las ollas, crece hasta el techo una montaña hecha con cartones de Marlboro y Lucky Strike. Lástima del feísmo imperante, si no el escenario podría dar para peli.

Me han salvado un par de detalles. He entrado en un restaurante y, sin esperármelo, he visto gente fumando tranquilamente en el interior del local. Aunque llevo unos días flirteando con el dejarlo y hoy me tocaba no fumar no recordaba lo agradable que es un bar con atmósfera viciada, evidentemente no por el olor, o no sólo por el olor.

También me ha salvado el precio del alcohol. He comprado Zacapa y Lagavulin. Y como no he podido resolver el problema que me había llevado a Andorra la semana que viene habrá más. Es un gran consuelo.

Y antes de irme he comprado un reloj, un Casio, para mi señora. Por los viejos tiempos.

8/1/12

menuda es mi madre

Mi madre anda por los sesenta y, y últimamente le ha dado por tener vívidos sueños de acción. Cualquier día de estos nos dará un disgusto y se matará pero de momento los contratiempos producen sobre todo risas.

En una de sus últimas incursiones en el mundo de los sueños se ha visto como en una de zombis, o en Asalto a la comisaría del distrito 13, que no deja de ser también una de zombis.

Imaginen la escena. Mi madre encerrada en una habitación con algunas personas más mientras criaturas malignas no identificadas tratan de entrar para acabar con todos.

En pleno sueño alguien ha gritado ¡la puerta!, ¡que alguien bloquee la puerta! Y mi madre se ha lanzado en plancha, cual trasunto de Lara Croft, a salvarlos a todos. Ahora lleva el brazo en cabestrillo y el médico dice que en un mes o así recuperará la movilidad completamente.

servidumbres

Pasas una hora o algo más preparando tu blog para una reapertura. Elimino este artículo, dejo visible este otro que en su día me pareció que no, quito la opción de comentario, y algunos etcéteras.

Una vez terminada la puesta a punto las ganas de escribir se han ido ya por el sumidero del retrete de mi alma, retrete que ocupa una estancia principal en ella. ¿Qué sería de mi sin mi retrete interior?